miércoles, 5 de diciembre de 2007

a Nicolás Binder.

El joven provinciano se acerca a la ventanilla. Son pasadas las cinco de la mañana y a pesar de que el consultorio está prácticamente vacío, lleva mas de media hora esperando su turno. Finalmente la maquina colgada en la pared había avanzado 7 números seguidos, hasta llegar al mismo digito impreso en el papelito que lleva en su mano derecha. Con la izquierda presiona su ceja que sangra profusamente.
-Hola, necesito que me atiendan, mire que me asaltaron y me cortaron la ceja.
-¿Previsión?
- No, no tengo
-¿Cuál?
-No, si no tengo.
-Son ocho mil pesos.
- ¿Pero cómo? Señora me asaltaron, me robaron, no tengo plata.
-A ver, déjeme consultarlo con el doctor.
La secretaria desaparece del cubículo, volviendo tras cinco minutos con un café en la mano. En su rostro continua inmutable el aire de reproche con que se fue.
-Mire, vamos a hacer una excepción, lo van a atenderlo, pero sólo por esta vez, ¡y que no se repita!

sábado, 25 de agosto de 2007

Alguna vez juré que odiaba los blogs

Como diría el viejo chicha:
"jurar es un pecado y los pecados son cosa de Dios, como Dios no existe bailemos juntos la cueca punk y lo demás al bolsillo perro."